San Lucas, Evangelista (el 18 de Octubre)
14 de octubre - San Calixto I, Papa y Mártir
15 de octubre - Santa Teresa de Jesús, Virgen y Doctora de la Iglesia
16 de octubre - Santa Eduvigis, Religiosa;
16 de octubre - Santa Margarita María Alacoque, Virgen
17 de octubre - San Ignacio de Antioquía, Obispo y Mártir
18 de octubre - San Lucas, Evangelista
19 de octubre - XXIX Domingo del Tiempo Ordinario - Año C
19 de octubre - Santos Juan de Brébeuf e Isaac Jogues, Presbíteros y Compañeros, Mártires
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Los apóstoles y evangelistas originales se encuentran entre los santos más antiguos reconocidos en la Iglesia (y a menudo son los únicos reconocidos en las diversas tradiciones protestantes). Suelen ser los más estudiados, pero, debido a la distancia temporal, también son aquellos sobre los que tenemos menos documentación sólida.
Tras dos mil años de reflexión sobre los textos bíblicos y algunos extrabíblicos disponibles, la mayoría de los estudiosos bíblicos proponen que San Lucas entró en la Iglesia a través de la misión de San Pablo en el mundo griego del Mediterráneo Oriental. Sin embargo, persiste la duda de si San Lucas habría sido un judío helenizado o simplemente un griego pagano antes de su conversión.
Que San Lucas entrara en la Iglesia de esta manera se sustenta en lo siguiente:
De todos los evangelistas, es el único que escribió extensamente, de hecho, un libro completamente independiente sobre los Hechos de los Apóstoles después de que la muerte/resurrección de Jesús y su misión terrenal hubiera concluido. Los Evangelios de Mateo y Juan fueron escritos, según la tradición, por los mismos apóstoles de Jesús, Mateo y Juan. El Evangelio de Marcos, según la tradición, fue escrito por "Marcos", en gran parte como recuerdos de (quizás) San Pedro (otro apóstol, y el principal, nombrado por Jesús). San Lucas habría entrado en la Iglesia solo después de la partida de Jesús. Por lo tanto, habría sido importante explicar cómo él (y otros) entraron en la Iglesia como consecuencia de los actos y la predicación de los apóstoles.
Los eruditos bíblicos han señalado desde hace tiempo que el griego del Evangelio de Lucas es, con mucho, el mejor de los cuatro Evangelios, lo que sugiere firmemente que el griego fue su lengua materna.
Algunos detalles, relativamente pequeños pero reveladores, en sus textos sugieren que pertenecía al mundo griego, incluyendo que solo su Evangelio se refiere al "Mar de Galilea" (en realidad, un lago de tamaño similar al Lago Tahoe en California) como "Lago Genezaret". Aunque los habitantes de Galilea quizá no hayan visto una masa de agua más grande que el Mar de Galilea, si San Lucas provenía del mundo griego, sin duda habría crecido con el conocimiento de masas de agua mucho mayores, como el Mediterráneo Oriental y el Egeo.
Finalmente, buena parte de la última parte de los Hechos de los Apóstoles de Lucas está escrita en primera persona, "nosotros", como en "luego fuimos...", lo que sugiere que el autor participó directamente en los eventos que describen algunas de las aventuras misioneras de San Pablo.
Por lo tanto, parece claro que San Lucas provenía del mundo helenístico (griego) del Mediterráneo Oriental. Curiosamente, sigue existiendo un debate académico sobre si San Lucas se crio como judío helenizado o como un gentil griego. Los argumentos a favor de que San Lucas fuera judío helenizado son:
No se refiere a ninguno de los mitos paganos griegos clásicos a los que sin duda habría estado expuesto si se hubiera criado como un gentil griego.
En contraste, aunque griego, poseía un excelente conocimiento de la tradición judía y las Escrituras. Los diversos cánticos que aparecen en las primeras partes del Evangelio de Lucas (el relato de la infancia de Jesús) se ajustan a la forma de los equivalentes del Antiguo Testamento y a las oraciones judías comunes de la época.
Además, comprendía muy bien los conflictos y las posturas de las diversas facciones dentro de la comunidad judía de la época.
La tradición también recuerda a San Lucas como médico (cabe preguntarse cómo incluso un judío helenizado de la época pudo obtener tal formación).
Además, y quizás aún más sorprendente (en el contexto del judaísmo del que surgió el cristianismo primitivo), San Lucas también es recordado como artista (iconógrafo).
Se dice que existen cuatro iconos, tres de ellos existentes hasta la fecha, uno de los cuales, según la tradición, es una copia de un original hecho por él. Estos iconos son:
Nuestra Señora de Vladimir, uno de los iconos más sagrados de la Iglesia Ortodoxa Rusa, que actualmente comparte espacio en la Galería Tretiakov, administrada por el estado, y la iglesia de San Nicolás en Tolmachi, en Moscú, Rusia;
Nuestra Señora de Czestohowa, patrona nacional de Polonia, cuyo original se encuentra en el Santuario del Monasterio de Jasna Góra en Czestohowa, Polonia.
La Salus Populi Romani, una imagen de María como la Theotokos (Portadora de Dios), que llegó a Roma vía Constantinopla (actual Estambul, Turquía) en la época de San Gregorio Magno (finales del siglo VI d. C.), y que desde entonces se encuentra en la Basílica de Santa María la Mayor de Roma.
La imagen original, ahora perdida, de la Theotokos de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
Pero ¿realmente pintó San Lucas estos iconos, o fue la inspiración para ellos? Si simplemente contamos los versículos, hay más sobre María, la Madre de Jesús, en el Evangelio de San Lucas que en todo el Nuevo Testamento en conjunto. Sin embargo, los críticos de arte que estudian el tema afirman que todos los iconos de la Theotokos atribuidos a San Lucas son de un estilo netamente bizantino, un estilo que realmente no se manifestó hasta los siglos V-VI d. C. ¿Sigue siendo una inspiración? Nunca lo sabremos.
Temáticamente, el Evangelio de San Lucas tendía a defender a las mujeres, a los pobres y a los marginados. Por lo tanto, parecería que el propio San Lucas tendía a gravitar hacia los marginados, y es posible que se sintiera —como judío helenizado converso o simplemente como gentil griego convertido al cristianismo— también parte de la comunidad marginal.
No obstante, es evidente que también aportó muchos dones e inspiró a muchos más a la Iglesia.
San Lucas, ruega por nosotros y ayúdanos a valorar los muchos dones que todos aportamos a la Comunidad y al Reino.
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