San Carlos Borromeo, obispo (el 4 de noviembre)
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4 de noviembre - San Carlos Borromeo, Obispo
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He decidido escribir esta semana sobre San Carlos Borromeo.
El futuro San Carlos Borromeo nació el 2 de octubre de 1538 en el Castillo Borromeo, junto al Lago Mayor, en Arona, Italia, en una de las familias más antiguas y ricas de Lombardía (en el noroeste de Italia).
Su padre era el Conde Gilberto Borromeo, su madre era Margarita Medici (sí, de la famosa/infame familia Medici de Florencia), el hermano de ella era Giovani Angelo Medici, que se convirtió en el Papa Pío IV.
Después de que el futuro San Carlos Borromeo, como segundo hijo de la familia, fuera designado por su familia como sacerdote de la misma, su tío, el Papa…, lo nombró cardenal.
La juventud del futuro San Carlos Borromeo fue, por lo tanto, muy, muy cómoda.
De hecho, vale la pena señalar que el Papa San Juan XXIII, que caminó por esta tierra cuatro siglos después, y sobre quien escribí hace aproximadamente un mes, también era de la misma parte del norte de Italia que San Carlos Borrome, pero nació en circunstancias completamente diferentes.
Como escribí entonces, si bien el futuro Papa San Juan XXIII nació en una familia pobre, pero al haber nacido en el siglo XIX, pudo recibir la educación necesaria para ser elegible para ser considerado para la admisión en el seminario, y luego siguió el resto… en siglos pasados, el sacerdocio estaba reservado en gran medida a la clase media, y los obispados, por no hablar del papado, estaban reservados a las clases altas / aristocracia.
Y SIN EMBARGO, hay una conexión … Mucho de lo que el futuro San Carlos Borromeo hizo en su vida, incluiyendo la reforma radical y la mejora del sistema de seminario para la formación de sacerdotes, ayudó a hacer posible el ascensodel futuro del Papa San Juan XXIII basado en el mérito aunque nació en una familia pobre.
Pero volvamos al futuro San Carlos Borromeo: Ciertamente odría haber vivido una vida muy cómoda, y muchos de sus contemporáneos nacidos en circunstancias similares y que poblaban los diversos obispados prestigiosos de la época lo hicieron. Pero, el futuro San Carlos Borromeo, eligió, y en variás ocasiones, un camino diferente.
Su primera ruptura con las expectativas llegó cuando murió su hermano mayor Federico. La familia le rogó que solicitara la laización – que dejara el estado clerical– para poder casarse, tener hijos y continuar con el apellido familiar.
Él lo negó, poniendo fin así a su linaje en la Casa de Borromeo.
Después de ser nombrado cardenal arzobispo de Milán (hasta hoy día una de las ciudades más importantes de Italia) durante una hambruna/plaga de las que _huyeron_ las autoridades civiles, él _se quedó_ con los enfermos de la ciudad y, con la fortuna de su familia, alimentó a 50.000-70.000 personas al día, arruinando su herencia, casi arruinando la diócesis pero ha salvado la vida de la población de la cuidad.
Muchos sabrán que también se convirtió en una figura muy importante en las reformas del Concilio de Trento, en particular en la educación del sacerdocio.
En ese momento, lo hacía por el bien de la Iglesia: frente a los desafíos de los reformadores protestantes que habían abandonado a la Iglesia católica, se convenció de que la Iglesia no podía continuar con sus funciones evangélicas y ministeriales sin un clero mejor formado, de hecho, profesional.
Pero con la educación del clero llegó, eventualmente, también la educación de los laicos, produciendo, como ya escribí anteriormente, al futuro Papa San Juan XXIII, pero realmente ayudando a producir el mundo que conocemos hoy.
Pues, aunque habría sido muy fácil para el futuro San Carlos Borromeo elegir vivir una vida cómoda, eligió tomar en serio las palabras de Jesús de “elegien el camino angosto”… y tenemos tanto un santo exemplar como un mundo mejor, hasta hoy día, como resultado.
¡Qué legado ha dejado…!
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