Los Santos Arcángeles Gabriel, Miguel y Rafael (el 29 de septiembre)
23 de septiembre San Pío de Pietrelcina (Padre Pío), presbítero
26 de septiembre Santos Cosme y Damián, mártires
27 de septiembre San Vicente de Paúl, presbítero
28 de septiembre San Wenceslao, mártir
28 de septiembre San Lorenzo Ruiz y compañeros, mártires
29 de septiembre Los santos arcángeles, Gabriel, Miguel y Rafael
Decidí elegir a los santos arcángeles.
Lo hice en buena parte porque santos arcángeles, Gabriel, Miguel y Rafael trascienden nuestra tradición católica. Los tres, junto con otros cuatro (Uriel, Azrael, Raziel y Sariel), aparecen en las tradiciones judías (tanto bíblicas como rabínicas) [ENG), islámicas, bahaíes e zoroástricas y prezoroástricas [Eng]. (N.B. que en la tradición islámica, el Corán fue dictado al profeta Mahoma por el Arcángel Gabriel)
Incluso hay una pequeña secta en Oriente Medio, llamada los yazidíes, que veneran a una figura angelical a menudo representada como un pavo real a la que llaman Melek Taus (y que generalmente se ha identificado con San Miguel) como el intecessor principal entre Dios y nosotros. Los yazidíes aparecieron trágicamente en las noticias en los últimos años porque fueron objeto de genocidio por parte del grupo extremista islámico ISIS. ¿Por qué? Porque en vários tiempos, los yazidíes han sido acusados tanto por musulmanes como por cristianos (tanto cristianos locales como misioneros) de adorar no a San Miguel sino al otro gran ángel en este caso caído Lucifer …
Los yazidíes, por su parte, afirmarían enfáticamente que no son “adoradores del diablo”, aunque, en línea con sus raíces zoroástricas y prezoroástricas [Eng], considerarían a los ángeles como seres más complejos que nosotros.
Todo esto quiere decir que la contemplación de los ángeles puede ofrecer una manera de entrar en un mundo de maravillas en línea con las tradiciones más antiguas de la Biblia e incluso antes.
En la antigua tradición católica, los ángeles son vistos como seres espirituales que sirven como mensajeros de Dios:
Gabriel fue enviado por Dios para anunciar a María que había encontrado el favor del Señor, y con la invitación a María de colaborar con Dios para salvar al mundo,
Miguel ha sido considerado durante mucho tiempo como el líder de la “Hueste Celestial” (el ejército de Dios, por así decirlo)
y Rafael, que aparece en el libro bíblico de Tobías como una figura sanadora.
Pero la existencia misma postulada de los ángeles nos señala un mundo mucho más grande que nuestra existencia “día a día”.
Por supuesto, existen peligros de “emborracharse demasiado” en este tipo de contemplación, como lo indicaría ese trágico ejemplo del reciente intento de genocidio de los yazidíes por parte de ISIS. Los yazidíes eran/son, por supuesto, simplemente personas. Sin embargo, para la gente de ISIS se convirtieron en “adoradores del diablo” dignos solo de maltrato y muerte.
Sin embargo, los ángeles pueden señalarnos una realidad más sublime, expresada de manera hermosa tanto en el arte religioso barroco (donde los cielos se representaban constantemente como estallando y abriéndose para revelar mucho más de lo que el ojo humano podía ver), como en el himno navideño “Ángeles cantando están”:
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